Desde hace años Eslovenia se ha convertido en una fábrica de talentos que no deja de generar jugadores habilidosos y de mucha inteligencia que hacen las delicias de los aficionados al deporte. Liderados por el genial Uros Zorman, Eslovenia se convirtió en una selección capaz de lo peor y de lo mejor. Capaz de llegar hasta las semifinales de un Mundial, como hizo en 2013, y luego quedarse fuera del siguiente Europeo.

El talento de los jugadores eslovenos era un arma de doble filo. Por un lado le hacía ser una selección tremendamente peligrosa, que podía poner en serios apuros a cualquiera, y por otro lado era una selección con tendencia a la desconexión, capaz de irse del partido ante selecciones de nivel muy inferior.

Debido a los irregulares resultados eslovenos, tras el Mundial de Qatar 2015, donde cayó en cuartos de final, la Federación decidió darle las riendas a Veselin Vujovic, un técnico que inyecta a sus equipos una dosis de competitividad de la que Eslovenia carecía en muchos momentos. Y desde la llegada del técnico montenegrino vaya si se ha notado.

En el pasado Europeo, primer torneo con Vujovic, el resultado es engañoso. Eslovenia se quedó fuera en la primera fase pero en ella fue capaz de empatar ante España, a la postre subcampeona, y de poner en aprietos a Alemania, finalmente ganadora del torneo.

Tras la cita de Polonia, Eslovenia se plantó en el Preolímpico y dejó en la cuneta a una selección española que había llegado hasta las semifinales de todos los torneos de ese ciclo olímpico. Y así, por la puerta grande, se ganó el puesto en unos Juegos Olímpicos en los que tras una excelente primera fase en la que solo perdió con Alemania acabó cediendo en cuartos de final ante Dinamarca, que posteriormente acabaría subiéndose a lo más alto del podio.

Tras este gran resultado (mejor participación en unos Juegos Olímpicos) Veselin Vujovic tiene por delante un tarea todavía más difícil. Gestionar una selección que ha perdido a su faro, Uros Zorman, y que no contará por lesión con su relevo natural, Dean Bombac. Además, por si fuera poco, el joven central Miha Zarabec llega tocado al torneo y tampoco estará Gorazd Škof, segundo portero del PSG que al igual que Zorman ya cede el testigo a generaciones más jóvenes.

Con todo esto, Veselin Vujovic está confeccionando un equipo que intente hacerse fuerte en la defensa y a partir de ahí aprovechar la facilidad que tienen varios de sus jugadores de hacer mucho daño a través de la velocidad. Para ello Vujovic contará con jugadores duros y corpulentos como Vid Poteko, Blaž Blagotinšek, Borut Mackovsek, Nik Henigman y Matej Gaber. Estos serán los que asumirán un rol principal en tareas defensivas, cogiendo el centro de la defensa eslovena.

En ataque, la batuta la llevarán Miha Zarabec, que de momento no será de la partido, y, sobre todo, Marko Bezjak. El central del SC Magdeburg no es un jugador calcado a Uros Zorman, ni mucho menos, pero por su experiencia y calidad está capacitado para liderar el ataque de una selección eslovena que debe mover bien el balón para que salga lo mejor de sus talentosos jugadores. Si se abren los espacios en la defensa rival Vid Kavtičnik, Blaž Janc, Jure Dolenec y los propios centrales pueden causar muchos problemas. Además, con Blaž Janc y Gasper Marguc, Eslovenia tiene una de las mejores parejas de extremos derechos del torneo.

Por lo visto en el último partido de preparación, donde tampoco estuvo Miha Zarabec, el encargado de dar relevo en el centro del ataque esloveno será el veterano Vid Kavtičnik.

En cuanto al lateral izquierdo, Nik Henigman y Borut Mackovsek son una muestra clara de lo que Veselin Vujovic buscaba para este puesto desde su llegada. El entrenador montenegrino siempre ha manifestado su intención de tener en esta posición jugadores altos que aporten lanzamiento exterior y por físico ambos son dos jugadores ideales (el primero mide 1,99 y el segundo 2,03). Mackovsek irrumpió en el panorama europeo con fuera pero desde su salida del RK Celje Pivovarna Lasko ha ido dando saltos de un equipo a otro mostrando un nivel irregular y alejado de lo que se esperaba de él. Ahora, en su vuelta a Eslovenia, quiere recuperar para la causa a un jugador que debería tener mucho que decir en el futuro de su selección.

Por su parte, Nik Henigman ha dejado buenas sensaciones en los últimos partidos, aunque se trata de un jugador muy joven (21 años) y que con el RD Ribnica Riko aun no ha acumulado demasiadas experiencias al más alto nivel. Si se recupera Miha Zarabec y los lanzadores no funcionan no sería de extrañar que viéramos durante muchos minutos a Marko Bezjak en el lateral izquierdo.

Eslovenia tiene mucho más peligro en la zona derecha de su ataque, sus zurdos tienen mucho talento, pero como sus lanzadores estén acertados serán muy importantes en el futuro de su selección en este Mundial de Francia.

En otra posición donde Eslovenia ha estado muy irregular en los últimos años es en la portería y para este Mundial de Francia es un tanto incógnita saber cuál será el rendimiento de un puesto que tiene tanto que decir en este deporte. Sin Skof serán finalmente Matevz Skok y Urh Kastelic los que defienda la portería de la selección de Veselin Vujovic. A Skok lo conoce muy bien el técnico montenegrino, que lo fichó para el HC PPD Zagreb, y el segundo es una de las grandes promesas de su país. El del RK Maribor Branik, con solo 20 años, disputará su primer Mundial.

Al Mundial, debido a los importantes cambios en el centro del ataque, llega con ciertas dudas pero la combatividad de los equipos de Vujovic les hace ser una selección que sin duda será dura de vencer.

Edu Agulló | @Eduagullo