Víctor García ‘Pillo’ | @VictorG_Pillo

La participación de nuestro equipo nacional en Europeos y Mundiales se ha convertido en un clásico post-navideño. Es ya tradición consolidada que; a la vez que nos machacamos con exigentes sesiones de gimnasio tratando de recuperar la figura perdida en excesos y bacanales navideños; nos enganchemos a las voces de Paco Caro y Tito Urdiales glosando las hazañas de nuestros Hispanos.

Y recalco lo de hazañas, porque nos presentamos en este 28º mundial de Suecia-Polonia 2023 con un palmarés reciente difícil de superar: oro en europeos de Croacia 2018 y Austria-Suecia-Noruega de 2020; Plata en europeo de Eslovaquia-Hungría de 2022 y bronce en Mundial de Egipto 2021 y JJOO de Pekín.
Recientemente reconocía Jordi Ribera que: “España siempre llega exigida a estos torneos”. Los datos avalan esa exigencia, que tiene como consecuencia una carga añadida de presión y la vitola de favorito.

OTROS OBJETIVOS

Como casi siempre en este tipo de torneos, además del título y las medallas, se reparten una serie de premios “menores”, nada desdeñables que a menudo se convierten en objetivos mínimos de los equipos.

Aunque España ya tiene asegurada plaza en el europeo de 2024, este mundial supone la primera oportunidad para conseguir la única plaza directa para los JJOO de París 2024 que se adjudica al campeón, o al subcampeón si Francia es la que obtiene el oro.

Igualmente, supone un premio apetecible, que puede “arreglar” un mundial discreto; conseguir 1 de las 6 plazas que permiten jugar los torneos preolímpicos ya que, salvo sorteo envenenado o sorpresa mayúscula, las plazas que se otorgan en esos torneos lógicamente se las adjudicarán equipos europeos.

Es tal la igualdad de los 6-8 equipos de siempre, que hace difícil postular a un equipo como claro favorito, la línea que delimita el éxito y el fracaso es muy tenue y en muchos casos una victoria o una derrota puede depender de pequeños detalles, puntuales situaciones de toma de decisión, o posibles éxitos o fracasos de acciones individuales en momentos decisivos.

LOS 35 DE JORDI

…Y el espectáculo da comienzo con la elección inicial de 35 jugadores. Una primera lista amplia que debe ser “depurada” posteriormente con los que realmente van a jugar el campeonato. Esta es la realmente importante. En esta sí que tendrá que hilar fino Jordi.

En los 35 hay ausencias importantes, y presencias novedosas. Creo que a nadie se le escapa que la configuración de esta lista tan extensa puede estar condicionada por múltiples objetivos perseguidos por el seleccionador. Y, es más, puede que algunos de esos objetivos tengan un marcado carácter de futuro, sin valorar, ni siquiera contemplar, que alguno de los seleccionables pudieran aportar algo en este torneo concreto. Jordi es un especialista en enviar mensajes y manejar este tipo de situaciones, encaminadas más a una motivación de futuro, que un rendimiento de presente.

EL SISTEMA DE COMPETICION

El sistema de competición se articula en 8 grupos de 4 equipos que se enfrentan entre ellos a una sola vuelta. Los 3 primeros de cada grupo pasan a la Main Round “arrastrando” los puntos conseguidos en los partidos con los otros 2 rivales también clasificados.

En la Main Round se cruzarán con 3 equipos de otro grupo, ya prefijado de antemano, en el que se disputarán otros 3 partidos poniendo en juego 6 puntos.

Los 2 primeros de cada una de las 4 Rondas Principales obtendrán clasificación para los 1/4 de final. En caso de clasificarse, España jugaría en Gdansk. Los ganadores de estos 4 partidos lucharan por las medallas en las
semifinales (1 en Gdansk y otra en Estocolmo). Final, 3º-4º puesto, 5º-6º y 7º-8º; que se jugaran en Estocolmo.

Un torneo exigente, pero justo, el campeón deberá jugar 9 partidos en 18 días, premiará la regularidad, evita el cara o cruz que suponen las eliminatorias, que no aparecerán hasta los cuartos de final. La gestión de minutos, el descanso y la suerte serán determinantes para llegar a la fase decisiva del torneo en buenas condiciones de competir.

EL CAMINO DE ESPAÑA

España se encuadra en el Grupo A, que jugará en Cracovia, con Montenegro, Chile e Irán como rivales. Hay que reconocer que es uno de los grupos más flojo y asequible. Pasar con 4 puntos. objetivo real, posible y de obligado cumplimiento. En lo que no hemos tenido suerte es en el cruce para la Main Round. Nos enfrentaremos a los 3 equipos del Grupo B; que salvo sorpresa mayúscula deberán ser Francia, Polonia y Eslovenia.

Lo único positivo de este cruce es que España se ahorra un desplazamiento, ya que la Main Round I se jugará también en Cracovia Aquí sí que ya no hay bromas. La cosa se pone seria. Cualquiera de los 3 tiene potencial suficiente para ponernos en apuros si no rendimos al máximo de nuestro nivel. Aunque siempre es importante pasar a la MR con los máximos puntos posibles; en esta tesitura se hace todavía más determinante conseguir los 4 puntos, ya que inexorablemente alguno de los equipos del Grupo se habrá dejado puntos en la fase de grupos.

Los 2 primeros clasificados de cada Main Round jugaran los 1/4 de final de los que saldrán los 4 equipos que se jugaran las medallas en Semifinales y final.

Para concluir, una reflexión que ya se apunto al inicio, España será uno de los rivales a batir. Sus últimos resultados así lo confirman; y eso da galones y status, pero también despierta recelos y revanchas que activan “per se” una mayor autoexigencia y entrega de los rivales, un acicate más para pelear por la victoria.

En cualquier caso, llegar a cuartos: Objetivo mínimo exigible.

Y en mi opinión cualquier resultado que suponga quedar fuera de los preolímpicos, debe considerarse como decepción.