Uros Zorman, David Spiler, Sebastian Skube, Dean Bombac, Stas Skube. La nómina de talentosos centrales eslovenos es interminable. Con apenas 2 millones de habitantes, Eslovenia se ha convertido en una fábrica de jugadores que derrochan calidad por los cuatro costados y cada temporada son varios los talentos que emergen y se hacen un hueco entre los más grandes del balonmano europeo.

Si la temporada pasada fue la de la consagración para Stas Skube este año es un jugador similar el que ha llegado a la elite del balonmano mundial para quedarse. Desde hace unos años mucho se hablaba de un joven central llamado Miha Zarabec y en su primera participación en la EHF Champions League, defendiendo los colores del Celje Pivovarna Lasko, ya está demostrando por qué se había creado tal fama.

Con sus 177 centímetros de altura, Miha Zarabec llegó al Celje con la difícil misión de hacer olvidar a Sebastian Skube, hermano de Stas, gran revelación de la pasada temporada. Sustituir al mayor de los hermanos no era fácil, pues se había convertido en un jugador tremendamente desequilibrante y sobre el que giraba el juego de los eslovenos. Además, Zarabec llegaba a un Celje en transición del que se había marchado jugadores tan importantes como Nemanja Zelenovic, Gašper Marguč, Uroš Bundalo, Mate Lekai o el ya mencionado Sebastian Skube. Pero todo esto no ha sido impedimento para que Zarabec se este exhibiendo desde el primer día.

Si el Celje Pivovarna Lasko apenas ha notado las importantísimas bajas es entre otras cosas por la irrupción de Miha Zarabec, del que se esperaban grandes actuaciones pero cuyo estreno en la EHF Champions League está superado cualquier expectativa. Sin ir más lejos, tras tres jornadas, el central esloveno ya ha sido elegido mejor central de la jornada en dos ocasiones (algo que solo ha conseguido Álex Dujshebaev) y ya ha anotado 21 goles (10 ante Vardar, 3 ante Montpellier y 8 ante Chekhovskie).

Los números de Miha Zarabec como goleador son muy buenos pero su aportación al juego del Celje Pivovarna Lasko va mucho más allá. Al igual que hombres como Zorman, Bombac o los hermanos Skube, todos ellos centrales eslovenos, Zarabec es un gran fijador, con una enorme capacidad para leer las defensas rivales y con una riqueza táctica al alcance de pocos jugadores. Su influencia en el juego del Celje es total, el ataque de los de Branko Tamše depende en gran medida de él y la mayor parte de las posibilidades de estar en el Last16 dependerán de su estado de forma. Es cierto que el Celje tiene otros grandes jugadores como Ivan Sliskovic, Luka Zvizej o el jovencísimo Blaz Janc pero los resultados llegarán si brilla Zarabec y si la portería funciona. Una portería formada por Matevz Skok y Urban Lesjak, este último de la misma generación de Miha Zarabec y durante años compañero de selección en categorías inferiores.


Precisamente fueron en las categorías inferiores de Eslovenia cuando comenzó a emerger la figura de Miha Zarabec, un jugador escasamente dotado en cuanto a físico pero de un talento inagotable. El central compartió selección con otros grandes jugadores como Matej Gaber y Gasper Marguc, ambos ya asentados en el balonmano europeo, el primero jugando en el Montpellier y el segundo en el Veszprém.

Esta selección, en la que el actual jugador del Celje Pivovarna Lasko comenzaba a destacar, cuajó sus mejores actuaciones en categoría júnior. Consiguiendo la medalla de bronce en el Europeo de 2010, cita en la Marguc fue el máximo goleador y donde solo una genial Portugal fue capaz de apartar a Eslovenia de una final en la que se hubiera enfrentado a Dinamarca. La final ante los nórdicos hubiera supuesto una enfrentamiento entre dos grandes centrales, Zarabec y Rasmus Lauge Schmidt, que acabó siendo elegido mejor central del torneo.

Un año después, en el verano de 2011, Zarabec se propuso triunfar junto a sus compañeros en el Mundial de Thessaloniki. La actuación de Eslovenia fue excelente, acabó como primera de grupo en la primera fase y venció a Qatar en octavos de final pero en cuartos de final, una excelente selección egipcia dejó a Zarabec y compañía fuera de las medallas. En aquel Mundial en el que brillaron hombres como Wael Jallouz, Iman Jamali, Mads Mensah Larsen o Andreas Nilsson, Miha Zarabec fue uno de los nombres a seguir por su enorme calidad tanto técnica como táctica y por su capacidad desequilibrante.

Miha Zarabec ya se había mostrado al mundo y su estreno en la EHF Champions League solo era cuestión de tiempo. Pero su debut en una competición europea ya había llegado con anterioridad, pues con tan solo 17 años jugó con el RK Trimo Trebnje la Recopa Europea. En aquel equipo esloveno el joven Zarabec compartió vestuario con hombres como Klemen Cehte, los hermanos Skube o Zeljko Musa.

En aquella edición de la Recopa la aportación de Zarabec fue testimonial y no fue hasta la temporada 2012-2013 cuando, con 21 años, demostró ser uno de los centrales del futuro para Eslovenia. Un jugadorazo con mucho futuro pero con un presente espléndido. En aquella temporada, Miha Zarabec jugaba en el RK Maribor Branik, desde el que llegó este verano al Celje PL, y sus actuaciones en la EHF Cup fueron para guardar en videoteca. El conjunto esloveno fue una de las grandes sensaciones de la competición, llegando hasta cuartos de final, donde cayó ante el Frisch Auf Göppingen, por aquel entonces vigente campeón de la competición, por tan solo un gol. Miha Zarabec se quedó sin Final4 pero dejó claro que su nombre iba a sonar durante muchos años. Fue el 8º máximo goleador con 42 tantos y acaparó continuos elogios partido tras partido.

Ahora, como jugador presente en la EHF Champions League son más los ojos que centran la atención en este joven talento, que durante la presente temporada hará las delicias de los aficionados al balonmano y no tardará en llamar a las puertas de una selección eslovena que tiene overbooking en la posición de central. A falta de Stas Skube, que jugará la EHF Cup, bueno es Miha Zarabec. Disfruten de este pequeño genio.

Edu Agulló | @Eduagullo