Después de una trayectoria más que positiva en uno de los mejores clubes de Europa, Antonio Carlos Ortega fue despedido del MKB Veszprém de manera sorprendente el pasado domingo 20 de septiembre. De poco valió todo el gran trabajo realizado y todos los título ganados desde el verano de 2012.

Una semana ha tenido el técnico andaluz para digerir el repentino cese y tras estos duros días nos cuenta las sensaciones con las que ha dejado el proyecto húngaro y cuáles son sus planes de futuro.

PREGUNTA. Antes de nada, ¿cómo ha pasado esta primera semana después de la sorprendente destitución?

RESPUESTA. Pues como es normal con altibajos. Porque este era el año en el que teníamos plantilla para aspirar a todo y he salido fuera del proyecto. Eso sí, con la conciencia muy tranquila. Creo que tanto Xavi como yo hemos hecho un muy buen trabajo. Los resultados están ahí.

Supongo que eso será una de las cosas que más dolerán, el saber que tenía una plantilla para ganarlo todo.

Sí, estuvimos peleando y justo cuando tenemos una de las plantillas más competitivas, cuando tenemos por primera vez una plantilla totalmente compensada en todos los puestos, tengo que dejar el equipo. Claro que duele. Pero la vida sigue.

Seguro que durante esta semana le habrá dado muchas vueltas a la cabeza. ¿Cree que fue una decisión tomada en caliente o tiene la sensación de que es algo que el club venía pensando desde hacía tiempo?

Creo que la decisión fue tomada en caliente. Si no hubiera sido en caliente ya estaría el entrenador nuevo. Se han quedado con Xavi (Sabaté) obligado. Xavi va a trabajar y va a jugar siguiendo mi estilo.

La situación no debe ser nada agradable para Xavi Sabaté (segundo entrenador del Veszpém hasta su destitución).

Lo está llevando como mejor puede. Xavi es un grandísimo profesional y seguro que está trabajando muy bien, siguiendo la línea de estas temporadas.

Por lo que comenta entiendo que no se esperaba la decisión que tomó el club tras el empate en Plock.

Yo no me la esperaba para nada. Desde el principio sabía que en cualquier momento podía salir. Me daba cuenta que lo bueno sumaba muy poco y lo malo restaba bastante, muchísimo. Yo era consciente pero ni mucho menos me esperaba la decisión.

Desde fuera la destitución sorprendió mucho. Uno, porque los resultados de las anteriores temporadas habían sido muy buenos y dos, porque perder en la prórroga ante el Füchse Berlín y empatar en la pista del Orlen Wisla Plock tampoco son tan malos resultados. ¿Le parece que es así?

El único partido en cuatro años que puedo decir que no debíamos haber perdido es el que jugamos contra el Füchse Berlin. Otros partidos los hemos perdido en Champions cuando éramos primeros de grupo, también hemos perdido contra el Kiel y en la liga húngaro perdimos algún partido en Szeged, con el que tenemos una rivalidad enorme y es un partido que se puede perder. El único partido en cuatro años que puedo decir que hemos pinchado es ese, contra Berlín. Además, perdimos en la prórroga y contra un equipo más rodado que está demostrando en la Bundesliga que llegaba muy en forma al incio de temporada.

En la final de la Super Globe, Füchse Berlin llevaba un mes más de rodaje que el MKB Veszprém, que siempre se nota mucho a estas alturas de la temporada. Y además, ¿tiene sentido que un equipo que aspira a ganarlo todo esté al 100% en septiembre cuando los títulos se juegan en abril/mayo?

Eso aquí da igual. Aquí solo entienden que hay que ganar hoy, mañana y pasado. No piensan en que la Final4 es en mayo. El objetivo en Veszprém no es llegar a mayo, el objetivo es ganar constantamente.

La exigencia tan alta de la que está hablando, ¿le hace pensar que si no llega a jugar la final de la última EHF Champions League no hubiera seguido en el banquillo?

No lo sé. No lo podemos saber. Pero si no hubiera llegado a la Final4 probablemente no.

Desde fuera se percibía que el proyecto del MKB Veszprém era un proyecto totalmente estable que confiaba plenamente en ti y que quería tener paciencia. Pero ahora da la sensación de que nunca pensaron en un proyecto a largo plazo y que éste se mantenía porque los resultados eran buenos. ¿No había tal confianza?

Podría haber más. Hemos quedado primeros de grupo en la EHF Champions League en las tres temporadas. Y lo conseguimos a pesar de que tuvimos grupos muy duros. El primer año nos tocó Atlético de Madrid y Kiel, el segundo Rhein Neckar Löwen, y el tercero Rhein Neckar Löwen y Vardar. Hemos jugado 16 partidos con Pick Szeged y solo hemos perdido 2. En la era Pastor hemos jugado 12 y hemos perdido 1, algo super difícil. Hemos ganado la SEHA League perdiendo un solo partido. Cuando esto funciona, según mi filosofía, el entrenador tiene que tener más confianza, más apoyo desde el club. Y sin embargo, cuando se perdía un partido o no se jugaba bien yo notaba que restaba mucho.

¿Es difícil concentrarse en el trabajo diaro cuando hay tanta presión?

Ha habido muchos momentos de tensión y de presión. Por momentos fue complicado dejarlo a un lado para poder trabajar de la mejor manera posible pero tanto Xavi como yo al final siempre lo hemos conseguido.

Viendo los resultados uno saca la conclusión de que ha conseguido llevar muy bien la exigencia a la que ha estado sometido. De esta experiencia saca conclusiones muy positivas, ¿no?

Lo primero que tengo que decir es que estoy muy agradecido al club. Creo que hay un Ortega antes y otro después del paso por Veszprém. Ellos apostaron por mi siendo un novato, con muy poca experiencia. He salido del club siendo mejor entrenador y con más nombre, tengo más opciones de encontrar equipo de las que tenía antes. En ese aspecto yo solo puedo dar las gracias al MKB Veszprém.

Además, supongo que uno se sentirá mucho mejor y más valorado al ver las reacciones de la afición después de la destitución.

Es increíble. He recibido muchas muestras de apoyo. En Budapest la gente me para por la calle para darme las gracias. Las muestras de apoyo que he recibido me han desbordado. Mitiga de alguna medida el dolor que conlleva la destitución.

Durante estas temporadas ha entrenado a grandes estrellas de nuestro deporte como Momir Ilic, Laszlo Nagy o Chema Rodríguez. ¿A quíén destacarías? ¿A quién entrenaba con más gusto?

Podría destacar a muchos en muchas facetas. Para mi el crack de los cracks es, sin duda, Lászlo. Por su forma de ayudar. Luego, por su manera de ver el ataque y por echarme un capote siempre, está Chema. A nivel profesional, que es una faceta que los españoles debemos mejorar, están los balcánicos, que realmente entienden esto como una profesión. Se les nota al ver cómo trabajan, cómo se machacan, cómo cuidan su alimentación, cómo estiran…

En estos equipos donde, como decíamos antes, la exigencia es máxima y donde conviven tantas estrellas, ¿es complicado gestionar el vestuario?

Sin duda. Un vestuario con estrellas siempre es complicado. Cualquier vestuario es díficil y más cuando hay tantas estrellas, tantos egos. Todos los jugadores se tienen que sentir bien dentro del equipo y es difícil. Posiblemente sea la misión más difícil de un entrenador en estos equipos tan grandes.

¿Ha habido problemas de vestuario?

Por supuesto, como en cualquier equipo. Pero siempre los hemos resuelto bastante bien. Es imposible que el vestuario sea una balsa de aceite. Pero hemos solventado todo correctamente.

El siguiente entrenador que llegue a Veszprém supondrá un cambio en estilo de juego. Sea quien sea el entrenador que llegue. ¿Cree que esto le puede afectar negativamente a un jugador como Chema Rodríguez, que se adapta a la perfección a su estilo?

Veremos quién llega. Si traen a un entrenador español no tendrá problemas pero si traen un balcánico probablemente. Depende del tipo de entrenador que traigan.

Mirando al futuro, ¿dónde le gustaría entrenar? ¿qué ligas le atraen más?

A día de hoy hay dos ligas que están por encima de todas, la Bundesliga y la liga francesa. También está creciendo la danesa. Pero el escaparate para todo el mundo es la Champions y está claro que todo el mundo desea estar en esta competición.

¿Volverá pronto a sentarse en un banquillo?

Ahora mismo confío en que pueda llegar alguna oportunidad esta misma temporada. Después de lo logrado con el Veszprém creo que puedo estar en la lista de varios clubes en caso de necesidad.

En los últimos años he leído a muchos aficionados diciendo que les gustaría verte en el banquillo de la selección española. Está claro que a día de hoy este puesto está ocupado y Manolo Cadenas está haciendo un buen trabajo pero, ¿ser seleccionador es un reto que le atrae?

Por un lado, como dices, ahora está Manolo. Por otro, yo suelo quedarme con frases de entrenadores que me sirven de mucho y para este caso utilizaría una de Juan Carlos Pastor, que decía que un entrenador tiene que estar entrenado. Y yo pienso igual. Para estar entrenado hay que entrenar en el día a día. En el día de mañana, si quedase libre el cargo y pudiera compaginarlo con un equipo, ¿a quién no le gustaría ser el seleccionador español?

Para terminar, ¿cuál es el momento con el que se queda tras su paso por el MKB Veszprém?

Hay muchos pero yo me quedaría con la primera Final4, cuando eliminamos a PSG y nos clasificamos para nuestra primera Final4.

Edu Agulló | @Eduagullo