En los últimos tiempos, en la previa de cada cita importante España ha estado pendiente del estado físico de Arpad Sterbik, un jugador cuya sola presencia le cambia la cara a un equipo. Sus problemas de rodilla, y ahora de espalda, nos hacen disfrutar de Sterbik en dosis pequeñas, como ocurre con los mejores perfumes. Su figura va mucho más allá de sus números, sus sobresalientes actuaciones dotan de confianza a los suyos y de inseguridad al rival. Algo al alcance de muy pocos.

La estrella de origen serbia, como uno de los mejores porteros del mundo que es, sería fundamental en cualquier selección del mundo. Y su ausencia seria una losa para las aspiraciones de cualquiera. Por poner unos ejemplos que nos pueden acercar a entender lo que significa la baja de Sterbik, ¿acaso no sufriría Dinamarca sin Landin, Francia sin Omeyer o Qatar sin Saric?

En el Preolimpico echaremos de menos a Arpad Sterbik, sin duda. Pero por suerte España es de las pocas selecciones que puede soportar una baja de esta magnitud pues las consecuencias se minimizarán gracias a Rodrigo Corrales, el portero del futuro y ya del presente. Gonzalo Pérez de Vargas, ya asentado en la selección española, tendrá a su lado en el Preolímpico a un buen amigo. Compañeros de equipo en las categorías inferiores del FC Barcelona, casi con toda seguridad formarán una gran dupla de amplias garantías para los ‘Hispanos’ durante la próxima década. En ellos tenemos una fe ciega, nos han dado muchos motivos a pesar de su sonrojante juventud (ambos nacieron en 1991).
En Suecia, el gallego Rodrigo Corrales, que aún no ha asistido con España a una gran cita, tendrá la responsabilidad de hacer olvidar en la medida de lo posible a Arpad Sterbik. Gran responsabilidad teniendo en cuenta la enorme importancia que tienen los porteros en el balonmano en general y en este tipo de torneos cortos en particular. De sus buenos números dependerán gran parte de las opciones españolas de estar en Rio de Janeiro 2016.

Como no podía ser de otra manera, confianza ciega es la que tenemos en Corrales, que ha demostrado estar preparado para todo. En cada uno de los pasos que ha dado desde su llegada a la élite del balonmano ha dado la talla y éste no será más que otro pequeño paso para el que está sobradamente preparado. El paso más importante lo dio al irse a jugar a Polonia y cumplió las expectativas. Su fichaje por el Orlen Wisla Plock suponía jugar la EHF Champions League con regularidad y siendo un jugador importante del proyecto de Manolo Cadenas. El paso que daba desde Huesca era grande pero Corrales demostró desde el primer día que la competición no le quedaba nada grande. Enfrente tenía los mejores jugadores del mundo y sus actuaciones fueron brillantes con una asiduidad impropia para un portero de su experiencia. De hecho en su primera temporada en esta competición entró en el 7 ideal de la jornada en dos ocasiones.

Su alto nivel no ha pasado desapercibido. El PSG ya ha cerrado su fichaje para 2017 y estaremos todos de acuerdo que para que el equipo parisino se decante por Rodrigo Corrales debe estar muy convencido de que está capacitado para tomar el relevo de Thierry Omeyer. Y no se equivoca, pues no hay portero con mayor potencial que el del Cangas do Morrazo, que en este Preolímpico dará un nuevo paso en su carrera y lo dará dando la talla, como acostumbra hacerlo. La confianza ciega que tenemos en él se la ha ganado a pulso.

Edu Agulló | @Eduagullo