La República Checa ha jugado los cuatro últimos Europeos pero no estaba en un Mundial desde Túnez 2005. Han tenido que pasar 10 años para que la selección checa vuelva a una cita mundialista y ahora lo hará con una estrella en sus filas, Filip Jícha, que estaba en Túnez pero cuya magnitud no era tan grande como la de ahora.

La selección que ahora entrenan Daniel Kubes (estuvo como jugador en la eliminatoria de clasificación) y Jan Filip, jugadores de la selección hasta hace bien poco, llega a Qatar con la moral por las nubes después de dejar en el camino a una selección tan fuerte como Serbia pero con las dudas que generan los complicados primeros meses de competición que han pasado Filip Jicha y Pavel Horák.

Si la República Checa quiere acercarse a las mejores actuaciones de su historia deberá contar con Horak y, sobre todo, Jícha en plenitud de condiciones, pero en la eliminatoria jugada ante Serbia se demostraron que poseen muchas más armas. En el partido de ida estuvieron totalmente superados, la lesión de que arrastraba Jicha desesperó a toda la selección y al propio jugador del THW Kiel, que acabó expulsado. Solo metieron 15 goles y perdieron de 8 pero en el partido de vuelta asumieron las dolencias de Jicha (llegó a jugar de pivote) y basando su juego en una gran defensa y una rápida salida al contragolpe consiguieron darle la vuelta al marcador desde los primeros minutos. Acabaron ganando 33-21 pero al descanso ya iban 18-8.

Ahora que la República Checa sabe que también puede conseguir buenos resultados sin Jícha, podrán exprimir al máximo las cualidades del genial lateral checo, que sí está bien puede hacer de su selección un equipo muy competitivo.

Aún así la importancia del gigantón checo es máxima, algo lógico tratándose de uno de los mejores jugadores del mundo. En el Europeo de Austria 2010, en el que la República Checa acabó octava, Jícha fue el mejor jugador y el máximo goleador del torneo metiendo casi nueve goles por partido, esto habla de la fuerte dependencia que puede llegar a tener.

En esta selección, Filip Jícha juega de central para dejar el lateral izquierdo a Pavel Horák y juntos forman una primera línea temible capaz de tener porcentajes de acierto muy altos desde más allá de los nueve metros.

Junto a los cañoneros Jícha y Horák la República Checa tiene a otro buen primera línea como es Tomas Babák, central del Saint Gallen de tan solo 21 años que ya ha cuajado buenos partidos con su selección. Además, los de Kubes y Filip también contarán con el ex balugrana Michal Kasal, ahora en las filas del Celje.

En los extremos los titulares son Jiri Motl y Miroslav Jurka. Aunque también habrá minutos para Jakub Hrstka y Jan Sobol. El más destacado de los cuatro es Jurka, extremo derecho del Saint Raphael, equipo con el que hace gala de su calidad de lanzamiento (70% de efectividad).

En el pivote el encargado de asumir la mayor parte de los minutos es Jakub Sindelar, jugador del Talent Plzen. Sindelar es un pivote discreto pero tiene mucha importancia en tareas defensivas, donde suele actuar como defensor central.

En portería se puede decir que la veteranía está al poder, pues serán Martin Galia y Petr Stochl los que ocupen el puesto, al igual que ocurrió en Túnez hace 10 años. Ambos son hombres con poco que demostrar y con mucha experiencia en la mejor liga del mundo, la Bundesliga. Stochl sigue teniendo minutos en el Füchse Berlin y Galia ya ha abandonado la Bundesliga para terminar su carrera en Suiza. Sin duda ambos son capaces de cuajar actuaciones brillantes, tal y como quedó confirmado en el partido de vuelta de la fase previa.

Edu Agulló | @Eduagullo