Durante esta temporada estamos cumpliendo la tercera edición bajo el vigente formato de competición y la EHF ya le está dando vueltas a un nuevo cambio, muy revolucionario y que llevaría al balonmano a seguir la misma tendencia, en cuanto a competición, de la Euroliga de baloncesto.

Para ponernos en contexto, en el año 2020 se acaban los grandes contratos que tiene firmados la EHF y la intención del organismo federativo es definir las bases de un producto que sea interesante para empresas referentes en el mercado mundial. El paso adelante dado por la EHF Champions League en los últimos años ha provocado que grandes empresas hayan llamado a las puertas de la EHF. Así, la federación europea pretende dar un salto importante y para ello en los últimos meses se ha propuesto establecer un modelo de ‘liga europea’ que termine por convencer a esas potentes empresas al mismo tiempo que aumente la rentabilidad para los clubes europeos.

Para seguir con la contextualización vamos a ver qué cambios se producirían en lo deportivo. Pues aunque no está definido con exactitud cómo será la futuro EHF Champions League (se tomará la decisión definitiva en los próximos meses) sí que la competición cambiará completamente a partir de 2020 (este cambio será anunciado entre el final de esta temporada y el principio de la siguiente).

Actualmente participan en la máxima categoría del balonmano europeo un total de 28 equipos (más los que quedan eliminados en la previa). Estos equipos están divididos en 4 grupos y en una especie de divisiones. En los grupos A y B tenemos a 16 equipos (a priori los más potentes) y en los grupos C y D tenemos a los 12 restantes. Pues bien, la primera revolución del cambio que propone la EHF para aplicar a partir de 2020 reside en el número de participantes. De primeras serían solo 12 equipos los que lucharían por ser campeones continentales. De estos 12 equipos, 8 serían campeones nacionales. En cuánto al número de participantes la EHF sabe que quiere llegar hasta los 16 participantes pero lo que aun no tiene definido exactamente es que sean solamente 12 los estrenen en 2020 esta renovada competición.

La segunda gran revolución estaría en el formato de competición, pues estos 12 (o 14 o 16) equipos se enfrentaría en un formato liga a dos vueltas que definiría los 8 clasificados para los cuartos de final. Tras esta ronda eliminatoria llegaría la tan esperada Final4.

El objetivo de la EHF es meridianamente claro, construir una competición referencia en todo el mundo, con un gran número de partidos y con encuentros de máximo nivel desde la primera jornada a la última. Así, la EHF se establece como objetivos prioritarios definirse como una competición atractiva para empresas que actualmente no ven el balonmano como un deporte rentable y ofrecerle a los clubes un mayor número de partidos donde puedan colgar el cartel de no hay billetes (caso aparte la Bundesliga que parece en sus clubes sigue generando más interés que la Champions).

Con todo esto explicado ahora es tiempo de contestar las tres cuestiones que con mayor frecuencia han surgido hoy una vez se han hecho público las intenciones de la EHF.

¿12 equipos no son pocos? ¿Quiénes se quedarían fuera?

Uno de las consecuencias más importantes de este cambio de formato nos lo trae la reducción del número de participantes, ya que serán varios los equipos de primer nivel que se quedarán fuera de la EHF Champions League.

Para comprobar en qué medida va a ocurrir esto vamos a hacer un ejercicio de simulación para ver cómo puede quedar esta competición a partir de 2020. Para ello vamos a coger el ránking de la EHF para esta temporada 2017/2018 y los resultados deportivos de la pasada temporada, es decir, aquellos que valieron para acceder a la presente edición de la Champions League.

Con esto, tendrían garantizada su presencia en la Champions League los campones de los ocho países que encabezan el ránking de la EHF Hungría, Alemania, España, Francia, Polonia, Dinamarca, Eslovenia y Macedonia. Es decir, estarían clasificados para la competición: Telekóm Veszprem, Rhein Neckar Löwen, FC Barcelona Lassa, PGE Vive Kielce, Aalborg Handbold, RK Celje Pivovarna Lasko y HC Vardar.

Con esto, nos quedarían 4 plazas a repartir entre equipos que actualmente sí están disputando la competición como son SG Flensburg-Handewitt, THW Kiel, HBC Nantes, Montpellier, MOL-Pick Szeged, HC Meshkov Brest, Orlen Wisla Plock, HC PPD Zagreb o IFK Kristianstad. Es decir, de estos equipos nos tendríamos que cargar a cinco.

Parece bastante claro que con 12 equipos se quedarían fuera de la Champions League clubes perfectamente capacitados para entrar en la Final4. En los últimos años hemos visto cómo se acababa de un plumazo con el dominio de los equipos alemanes y españoles y cómo el abanico de candidatos a conquistar el título se multiplicaba exponencialmente (en las últimas 6 ediciones, 6 campeones distintos). Con 12 equipos se podría perder este efecto tan enriquecedor, algo que probablemente no ocurriría si se llega hasta esos 16 equipos que tiene en mente la EHF.

¿Más partidos? ¿Nos cargamos a los deportistas?

Actualmente una queja habitual de los jugadores y entrenadores del más alto nivel es el elevado número de partidos que debe jugar un equipo durante una temporada. Actualmente un equipo que levante la EHF Champions League debe jugar en Europa entre 18 y 20 partidos según evite o no el Last16. Sumado esto a los compromisos domésticos, la mayoría de los equipos europeos rondan los 60 partidos durante una temporada. En el caso de los conjunto alemanes, pueden llegar a superar esta cifra.

Pues bien, con el cambio de formato, poniéndonos en la tesitura de una competición de 12 equipos, el incremento sería de 6 partidos (nos iríamos hasta los 26) pero si la competición fuera de 16 nos podríamos ir a una Champions League de hasta 34 partidos. Esto significaría que el FC Barcelona llegaría a jugar más partidos de Europa que de Liga ASOBAL y podría alcanzar los 70 encuentros oficiales.

Evidentemente estamos ante una barbaridad inasumible para el cuerpo de los jugadores. La preparación física de los jugadores, que con el paso de los tiempos es cada vez mejor, no puede soportar el hecho de jugar más 80 partidos en una temporada (juntando clubes y selecciones). Ahora habrá que valorar si la tendencia de nuestro deporte debe ir en dirección de la reducción de partidos europeos o de las ligas domésticas. Francia, que cada temporada que pasa se consolida como una de las competiciones mejor organizadas, lo tiene claro y no va a pasar de los 14 participantes.

¿Se aumentarán las diferencias entre equipos?

Pues probablemente sí. Si disminuye el número de equipos que disputen la EHF Champions League y estos se estabilizan, como ocurrirá en muchos casos puesto que en determinados países el campeón de liga suele ser el mismo, será cada vez más difícil que otros equipos les hagan frente. Eso sí, con esta modificación se fortalece en gran medida la segunda competición, que pasará a llamarse European Handball League y que podría dar plaza Champions para el campeón. La incógnita es ver hasta que punto la mejoría deportiva de esta competición se traduce en un incremento de beneficios económicos que permita sostener la diferencia actual o disminuirla.

Edu Agulló | @Eduagullo