27 de enero de 2016, Polonia.

España se vuelve a clasificar para las semifinales de un Europeo. Vamos, lo normal, qué menos que eso con la selección que tienen los Hispanos. Ganar el torneo no lo sé, es difícil, hay mucha competencia con selecciones como Francia, Dinamarca o Polonia, pero estar en semifinales debería, ser lo obligatorio, lo normal teniendo a jugadores como Sterbik, Valero Rivera, Cañellas, Aginagalde, Raúl Entrerríos y compañía.

Esto es lo que he percibido desde el inicio del torneo desde algún que otro sector, que las semifinales se daban por hechas. La sensación era como si los primeros partidos del Europeo fueran poco más que una preparación de cara a las semifinales, que es donde para algunos realmente empieza el torneo. El hecho de alcanzar las semifinales una vez tras otra había dado normalidad a lo que no lo era. Estar entre las cuatro mejores de torneos como Europeos y Mundiales no es lo normal, es lo excepcional. Y hacerlo una vez tras otra durante 6 años no es lo normal, es lo extraordinario. Por eso debemos valorar como merece lo que están haciendo los Hispanos y prepararnos para el torneo en el que se queden fuera de semifinales, porque llegará y será lo normal.

Espero que el hecho de que se hayan quedado fuera Francia, Dinamarca y Polonia ayude a entender la magnitud de lo que está haciendo España, de lo difícil que es llegar a unas semifinales. Puede que no ayude el no haber visto aún la mejor versión de la selección español, a alguno le puede dar la sensación de que es fácil lograr lo que no lo es. Es más, si España ha llegado a la lucha de las medallas sin hacer ningún partido de sobresaliente es porque son muy buenos, porque nos han puesto el listón muy alto. Han hecho de la excepcionalidad la norma.

Desde Suecia 2011 España ha alcanzado las semifinales de todos los Europeos y Mundiales que ha jugado. Seis de seis. Así, como si nada, como si fuera fácil. Metámonos en la cabeza que no lo es, que ni es sencillo ni es lo habitual. De hecho solo hay dos selecciones que a lo largo de la historia han conseguido una racha similar. ¿Que quiénes son estas dos selecciones? Pues son las dos generaciones que nadie duda en señalar como las mejores de la historia, la Suecia de Wislander, Olsson, Svensson, Lindgren y compañia y la Francia de Karabatic, Omeyer, Narcisse, Jerome Fernández y demás pléyade de estrellas.

Pues sí, España ha conseguido lo que no ha logrado nunca ni Croacia, ni Dinamarca ni Rusia ni ninguna selección que no sean aquellas dos legendarias generaciones. Por eso insistimos, no normalicemos lo que no lo es. Disfrutemos de esta España que está haciendo historia y no le exijamos lo que no se le puede ni se debe exigir a nadie.

Aquella mágica Suecia consiguió encadenar hasta 12 presencias en semifinales desde el Mundial de 1986 hasta el Europeo de 2002 (los Europeos empezaron en 1994), ganando seis oros, dos platas y tres bronces. Por su parte, Francia alcanzó las semifinales de Europeos y Mundiales año tras año desde el 2005 al 2011, consiguiendo cuatro oros y tres bronces a lo largo de esta racha de 7 torneos entre los cuatro mejores.

La única generación que les puede seguir la estela es la española de la actualidad, que en Polonia jugará las semifinales por sexta vez consecutiva. La racha la inició en el Mundial de Suecia con un bronce y durante estos años se proclamó campeona del mundo en 2013 y se volvió a colgar un bronce en el pasado Europeo, en Dinamarca 2014. Seamos conscientes de que cada año muchas selecciones lo dan todo por estar entre las cuatro mejores, seamos conscientes de que no siempre se podrá conseguir, agradazcámosles los momentos que nos han regalado durante estos años irrepetibles y disfrutemos, sobre todo disfrutemos. ¡Que la racha continúe!

Gracias José Javier Hombrados, gracias Alberto Entrerríos, gracias Eduardo Gurbindo, gracias Albert Rocas, gracias Jorge Maqueda, gracias Rubén Garabaya, gracias Raúl Entrerríos, gracias Julen Aguinagalde, gracias Roberto García Parrondo, gracias Cristian Ugalde, gracias Arpad Šterbik, gracias Juanín García, gracias ker Romero, gracias Víctor Tomás, gracias Chema Rodríguez, gracias Joan Cañellas, gracias Viran Morros, gracias Gedeón Guardiola, gracias Jose Manuel Sierra, gracias Ángel Montoro, gracias Juan Andreu, gracias Dani Sarmiento, gracias Rafa Baena, gracias Álex Dujshebaev, gracias Niko Mindegia, gracias Valero Rivera, gracias Juan del Arco, gracias Gonzalo Pérez de Vargas, gracias Carlos Ruesga, gracias Antonio García, gracias Aitor Ariño.

Edu Agulló | @Eduagullo