En el verano de 2008, Suecia consiguió la medalla de bronce en el Europeo Juvenil y un año más tarde volvió a repetir puesto en el Mundial Juvenil. Aquella generación abanderada por el extremo derecho Mattias Zachrisson (actual jugador del Füchse Berlin) era la misma que la de Andreas Nilsson, pero el actual pivote del MKB-MVM Veszprém no estuvo con su selección en ninguno de los dos torneos.

Después de estas dos medallas llegaba una nueva cita para Suecia en el Europeo Júnior de 2010. Por aquel entonces Andreas Nilsson ya había dejado el IFK Trelleborg, equipo que le vio crecer, para fichar por el IFK Skövde. El robusto pivote sueco ya comenzaba a asomar la cabeza en la liga sueca y ya había vestido la camiseta de la selección nacional en categorías inferiores pero nuevamente no fue llamado para disputar con su generación el Europeo, torneo en el que Suecia terminó en quinta posición y donde volvió a destacar Mattias Zachrisson, octavo máximo goleador y uno de los mejores extremos derechos del torneo. En esta ocasión no entró en el siete ideal por la gran actuación de Gasper Marguc, ahora compañero de Nilsson en el MKB-MVM Veszprém.

Tras estos torneos ya solo quedaba el Mundial Júnior, último en categorías formativas antes de dar el paso a las selecciones absolutas, y por fin llegó la oportunidad para Andreas Nilsson, que por aquel entonces ya había debutado con la absoluta. El jugador sueco llegó a Thessaloniki con la idea de demostrar que era el pivote del futuro en su país y vaya si lo hizo. Suecia no llegó a donde se esperaba, pues la derrota ante Dinamarca en cuartos de finales acabó con los sueños de la selección de Nilsson, Zachrisson y compañía, pero la actuación de Andreas Nilsson no pasó inadvertida y acabó siendo elegido mejor pivote del torneo, galardón que ya le situaba en el punto de mira de los ojeadores de los mejores equipos de Europa.

Desde aquel Mundial Júnior la progresión de Andreas Nilsson ha sido fulgurante. Un año después de aquel torneo, Nilsson fue convocado con la selección absoluta para disputar los Juegos Olímpicos de Londres y allí consiguió la medalla de plata. Su actuación en la cita olímpica le valió para hacerse un nombre en el panorama internacional y tras aquel verano dio el salto a la mejor liga del mundo, la Bundesliga, para jugar en el HSV Hamburg, equipo donde compartió vestuario con uno de los mejores pivotes del momento, Igor Vori.

En aquella temporada, su primera fuera de la Elitserien, Andreas Nilsson no era un pieza fundamental en el equipo de Martin Schwalb pero sí que gozó de minutos importantes dentro de un equipo que tuvo una temporada un tanto irregular pero que acabó de la mejor manera posible, conquistando la EHF Champions League.

Andreas Nilsson había ido dando pequeños pasos en su evolución como jugador pero en 22 meses consiguió ser el mejor pivote de un Mundial Júnior, se colgó la medalla de plata olímpica y conquistó el torneo más importante a nivel de clubes, la Champions League.

En su estreno en Hamburgo Andreas Nilsson vivió a la sombra de Igor Vori y los éxitos con la selección nacional no pudieron continuar, ya que Suecia no estuve presente en el Mundial de España debido a que los de Lindgren y Olsson cayeron en la fase previa ante Montenegro.

En la temporada 2013-2014, con la salida de Igor Vori, Andreas Nilsson se convirtió en un hombre fundamental del ataque del HSV Handball. Su entendimiento con Joan Cañellas dio muchos frutos para los de Martin Schwalb, que probablement no acabó de sacar todo el potencial que llevaba dentro este joven sueco, el cual durante aquella temporada se asentó como uno de los mejores pivotes ofensivos del mundo.

Nilsson se comenzó a mostrar como un jugador imparable y a día de hoy se puede decir que solo Julen Aginagalde y Bjarte Myrhol le pueden cuestionar el ser el mejor pivote ofensivo del planeta.

Con el HSV Handball ya cuajó actuaciones sensacionales pero volvió a ser con Suecia donde se mostró como el gran jugador que es. Su selección no hizo un Europeo brillante pero la exhibición de Andreas Nilsson fue butal. El joven pivote nacido en 1990 se mostró como un arma indescifrable para cualquier defensa e hizo gala de su capacidad goleadora, consiguiendo en 6 partidos 23 goles, los cuáles logró sin fallar un solo lanzamiento.

Este último dato habla de la calidad del pivote sueco, que por su corpulencia y por su habilidad moviéndose en la línea de 6 metros es imparable para los defensas contrarios pero también es su calidad de lanzamiento le hace ser imparable ante los mejores porteros de Europa.

Andreas Nilsson es el típico pivote que siempre saca algo cada vez que recibe el balón. Si la primera línea conecta con el pivote sueco la defensa rival está muerta, pues si Nilsson no consigue meter gol conseguirá forzar un 7 metros y en muchas ocasiones una exclusión. En definitiva, es un pivote que vale oro.

Es tremendamente valioso para cualquier equipo y desde este verano el privilegiado de poder tenerlo entre su plantilla es Antonio Carlos Ortega, que se aprovechó de la crisis del HSV Handball para hacerse con los servicios de uno de los mejores del mundo en su posición. Si la plantilla del MKB-MVM Veszprém ya era impresionante, con Andreas Nilsson en el pivote lo es más todavía. Quizás los húngaros sean el equipo con la posición de pivote mejor cubierta, la pareja Nilsson-Sulic te asegura un alto rendimiento en la linea de los 6 metros durante los 60 minutos de partido.

Andreas Nilsson llegó al conjunto magiar y poco tiempo ha necesitado para acoplarse al sistema de juego del técnico malagueño y relegar a Sulic a un rol más secundario en tareas ofensivas. Sus actuaciones ya están siendo brillantes y ya ha demostrado en más de un partido que es capaz de decidir un partido importante desde el pivote. Como demostración está el partido ante el PPD Zagreb, donde anotó 9 goles sin fallo y los 23 goles de 24 lanzamientos que ha hecho en las 7 primeras jornadas de la SEHA League.

Si ya era temible el MKB-MVM Veszprém, con la llegada de Nilsson sus peligros se han multiplicado exponencialmente. Con un central como Chema Rodríguez y laterales lanzadores como Ilic, Nagy o Zeitz, tener un pivote como Nilsson tiene un valor incalculable. Si una defensa opta por salir mucho para no permitir los lanzamientos de los laterales están muertos, pues Nilsson aprovechará los huecos que dejan a su espalda y si optan por quedarse atrás los laterales sacarán a relucir su brazo para bombardear la portería rival.

Veszprém y la selección sueca se pueden sentir unos privilegiados, pues con Andreas Nilsson tienen en su poder un pivote que puede marcar un época. Lo tiene todo para ser el mejor del mundo en su posición durante muchos años.

Edu Agulló | @Eduagullo